viernes, 19 de febrero de 2010

el ayuno

me disculpan si alguno de ustedes no comulga con la fé católica, en caso que se sienta ofendido, haga caso omiso de este mensaje.

en realidad que es el ayuno?

Isaías 58: 5 a 12:
"Es tal el ayuno que yo escogí . . . que partas tu pan con el hambriento y a los pobres albergues en casa; que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu hermano.?
. . . y si dieres tu pan al hambriento y saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu lúz, y tu oscuridad será como mediodía.
Dios te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma. . ."

Carta de San Pablo a los Colosenses cap. 2 versos 16 a 23:
"Nadie os juzgue, por tanto en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva ó días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
Nadie les prive del premio eterno,afectando humildad y culto a los ángeles . . . "

Ayunar de juzgar a otros
descubriendo que Dios vive en ellos.

Ayunar de palabras hirientes
llenándonos de frases amorosas.

Ayunar de descontento
llenándonos de gratitud.

Ayunar de enojos
llenándonos de paciencia.

Ayunar de pesimismo
llenándonos de esperanza.

Ayunar de preocupaciones
llenándonos de confianza en Dios.

Ayunar de quejarse
llenándonos de aprecio por la maravilla que es la vida.

Ayunar de las presiones que no cesan
llenándonos de una oración que no cesa.

Ayunar de amargura
llenándonos de perdón.

Ayunar de darnos importancia a nosotros mismos
llenándonos de compasión por los demás.

Ayunar de ansiedad sobre nuestras cosas
comprometiéndonos a la propagación de la Conciencia de Dios.

Ayunar de pensamientos mundanos
llenándonos de las verdades que fundamentan la santidad.

Ayunar del odio y el rencor
llenándonos de amor.

Ayunar de todo lo que nos separe de Dios
llenándonos de todo lo que nos acerque a Él.

AYUNA Y LLÉNATE
Ayuna de juzgar a otros:
descubre a Cristo que vive en ellos.

Ayuna de palabras hirientes:
llénate de frases sanadoras.

Ayuna de descontento:
llénate de gratitud.

Ayuna de enojos:
llénate de paciencia.

Ayuna de pesimismo:
llénate de esperanza cristiana.

Ayuna de preocupaciones:
llénate de confianza en Dios.

Ayuna de quejarte:
llénate de aprecio por la maravilla
que es la vida.

Ayuna de las presiones que no cesan:
llénate de una oración que no cesa.

Ayuna de amargura:
llénate de perdón.

Ayuna de darte importancia a ti mismo:
llénate de compasión por los demás.

Ayuna de ansiedad sobre tus cosas:
comprométete en la propagación del Reino.

Ayuna de desaliento:
llénate del entusiasmo de la fe.

Ayuna de pensamientos mundanos:
llénate de las verdades que fundamentan la santidad.

Ayuna de todo lo que te separe de Jesús:
llénate de todo lo que a Él te acerque.