viernes, 18 de junio de 2010

'Guerra' por dueños de buses

Varios conductores de buses,  junto a sus vehículos, en la avenida Caracas con 51 Sur, en una imagen  que dejó el paro de transportadores, a comienzos de año.
Foto: Mauricio Moreno / EL TIEMPO
Varios conductores de buses, junto a sus vehículos, en la avenida Caracas con 51 Sur, en una imagen que dejó el paro de transportadores, a comienzos de año.Los grandes empresarios del transporte estarían presionando a los pequeños transportadores para que se queden con ellos y los acompañen en la licitación del Sistema Integrado de Transporte Público.

A sólo 10 días de que venza el plazo para poder participar en el llamado revolcón al transporte público de Bogotá, una 'guerra' se cocina dentro de uno de los gremios más difíciles de la ciudad: los transportadores.

Los actores son los mismos de siempre: los empresarios y los dueños de los buses, dos bandos con intereses distintos y que, históricamente, han dependido el uno del otro para poder navegar en un negocio que, en pasajes, mueve 6.000 millones de pesos al día.


Hoy, los 'grandes' aportan el nombre de la empresa, adquieren legalmente los permisos de las rutas y los 'pequeños' -es decir los dueños de los vehículos- pagan una afiliación y una mensualidad para que se les asignen los recorridos y puedan rodar.


Ahora, de cara a la licitación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), los roces están en pleno furor.


Esta vez, propietarios de buses están denunciando que algunos empresarios los están obligando a seguir afiliados a sus compañías, pese a que las reglas del SITP les otorgan total libertad para escoger la empresa e inscribir sus vehículos.


En medio de la licitación, los pequeños dueños de los buses resultaron ser los más apetecidos, pues sin ellos no hay propuesta que valga dentro del SITP. Para participar en la licitación de las 13 zonas del transporte, los grandes empresarios deberán contar con un promedio de 300 dueños de buses. Incluso, hay zonas como Usaquén, donde obtendrían más puntos si logran reunir hasta 1.700.


Estas quejas de presiones fueron expuestas ayer por transportadores tradicionales de Bogotá, como Noemí Pinilla, de Acotrans; Leonardo González, de Cootransniza; y Jimmy Zuleta, de Mi Bus S.A.


Según Pinilla, a los dueños de los vehículos que opten por irse de sus actuales empresas, y buscar otras para pujar en el SITP, los están presionando indebidamente: "Como el SITP arranca completamente en octubre del próximo año, les dicen que durante este período de transición, de casi un año, les van a asignar rutas malas y a hacer la vida imposible". "Es una perversa estrategia para que los dueños de los buses se vinculen con ellos por miedo a perder sus actuales trabajos", agregó Pinilla.


González, de Cootransniza, advirtió que los propietarios "tienen la libertad de elegir dónde quieren estar y siempre basados en el bienestar de sus familias".


"Es una táctica de presión que no es correcta. El negocio se va a democratizar por fin y los dueños no se pueden dejar intimidar", añadió Zuleta.

Pocas denuncias

No obstante estas quejas -de las que todo el sector habla- ante la Secretaría de Movilidad se han radicado solamente dos denuncias formales. "Condenamos ese tipo de presiones y esperamos que se respete esta licitación, la democratización que buscamos y la libertad de los propietarios de los buses", aseguró el secretario, Fernando Álvarez.


De hecho, Movilidad y TransMilenio organizaron una feria de negocios en la plaza de los Artesanos, y que irá hasta el próximo 21 de junio, para que los pequeños propietarios escuchen las propuestas de los grandes empresarios sobre el SITP y tomen una decisión definitiva.


Ayer, Alcides Torres, presidente de la junta directiva de Conaltur, mencionó que estas presiones no son generalizadas. "Son unos pocos transportadores que están haciendo eso, pero además no podrán cambiarles las rutas a los pequeños, porque igual se deben cubrir", afirmó Torres.


Mientras esta 'guerra' interna sigue, el próximo 28 de junio vence el plazo para la inscripción de las propuestas. Si todo sale como está planeado, el 19 de agosto se adjudicarán las 13 zonas del transporte público, donde los usuarios podrán usar buses y TransMilenio con un solo tiquete.


Este plan promete cambiarle la cara al confuso esquema de 66 empresas y casi 18 mil buses -miles de ellos viejos y contaminantes- que funciona hoy en Bogotá.
YESID LANCHEROS
REDACTOR DE EL TIEMPO

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