martes, 14 de septiembre de 2010

Salmo 70: Invocación confiada

Oh Dios, ven a librarme;
Senor, ven corriendo a ayudarme;
que queden cubiertos de vergüenza
los que buscan mi muerte,
que retrocedan afrentados
los que quieren mi ruina;
que vuelvan atrás avergonzados
los que de mí se burlan.
Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan;
repitan siempre: "Dios es grande",
los que desean tu salvación.
Yo soy un pobre y desgraciado,
Señor, socórreme;
tú eres mi ayuda y mi liberador.
Señor, no tardes.


1 comentario: