David y Goliat

David Murcia (en adelante David) es una persona muy inteligente que pretendía montar un modelo económico que le permitiera lavar dinero producto de narcotráfico y otras actividades ilegales. En su modelo el tenía prácticamente todas las aristas o riesgos cubiertos y en realidad como estaban las cosas no había nada que pudiera detenerlo. Se ha sabido que dentro de sus planes estaba comprar una gran cadena de noticias a nivel mundial, CNN por ejemplo, y el cielo era el límite ya que con el flujo de doláres que puede ofrecer el narcotráfico podía hacer practicamente lo que quisiera.

Mientras David avanzaba con sus planes, los dueños de los Bancos en Colombia (en adelante Goliat) presionaban al Gobierno, exactamente al Presidente de la República, para que tomara medidas en el asunto. Lo que estaba en juego era la existencia de los Bancos como tal, ya que si la Fiscalía, y en general, los entes de control no encontraban nada, los colombianos acudirían en masa a los Bancos a retirar todo su dinero para llevarlo al negocio de David. El Gobierno respondía que las investigaciones se estaban adelantando pero que aún no se tenía nada contundente para intervernir el negocio de David.

Y ocurrió que David lanzó la piedra, lo traicionó tal vez su propio ego, o la certeza que tenía que su modelo estaba totalmente blindado y que era infalible, esa autoconfianza lo llevó a lanzarle la piedra a Goliat, a llamar al fiel escudero de Goliat: mal papá. El Presidente con su personalidad de patrón de finca pusó a trabajar, trabajar y trabajar a todos los organismos de control, efectivos de la policia y militares para, en el término de la distancia, intervenir el negocio de David. Y así, en tiempo récord, como si fuera el peor de los asesinos, capturaron a "David El pobre lavandero". El Presidente hizo lo que tenía que hacer, de no haberlo hecho, estaba en riesgo la estabilidad del país, ya que los Bancos, aunque le quitan mucho dinero al pueblo, tambien son grandes empleadores y grandes contribuyentes, y si el Presidente no hubiera actuado así, el país hubiera quedado, oficialmente y de una vez por todas, en manos del narcotráfico, porque así, con el modelo de David, todos los colombianos dependerían del flujo de doláres proveniente del lavado de activos. Y algunos colombianos de a pie, preferimos seguir siendo esclavos de Goliat, asi estamos hace cientos de años, entregándoles nuestro dinero y recibiendo solo un plato de lentejas, pero pues desde niños nos han vendido que esa es plata "bien habida" o plata "legal".

El colombiano de a pie que tenía su inversión en el negocio de David, con la doble moral que nos caracteriza y que viene desde el momento en que los ladrones de las cárceles españolas hace algo más de 500 años degradaron nuestra raza indígena, piensa que no importa como ni de donde estaba sacando David el dinero para garantizarles rentabilidades del 100% o hasta 300%, lo importante, y esto es cierto, es que David no los estaba estafando, estaba cumpliendoles, peso sobe peso, con las rentabilidades prometidas. Entonces, el colombiano dice: "a mi David me estaba respondiendo y los interviene el gobierno y mi inversión desaparece??" entonces, empieza el descontento generalizado y las recriminaciones hacia el gobierno porque, para el colombiano de a pie, el gobierno es el culpable y el gobierno entró a robarse el dinero de la gente, es el robo más grande que un gobierno le ha podido realizar a su pueblo.

Y Goliat? tranquilo, la crisis se conjuró, pero ahora su fiel escudero, el Presidente de la República se enfrenta a una posible Guerra civil en los departamentos más afectados por la situación, porque lo que logró ganar con su política de seguridad democrática, reducir militarmente a la guerrilla en estos departamentos, se ha perdido porque ahora el pueblo, azuzado por esa misma guerrilla que estaba destinada a desaparecer, está muy descontento, inconforme y berraco y la Guerra civil empieza a gestarse. La reelección en el 2010, así pase los obstáculos del congreso, no será una realidad porque el pueblo le va a cobrar haber tomado esa decisión.

Y David? triste, aburrido, reflexionando que no debió lanzar esa piedra, que con esas dos palabras (mal papá) tiro al traste lo que ni siquiera Al Capone pudo lograr, lo que estaba muy cerca de ser una realidad inobjetable: legalizar el lavado de activos. Ya como un preso más tratará de seguir embelezando al pueblo con su promesa, y el pueblo, como borricos, seguirán creyéndole porque alguien que empeñó la casa o le pidió prestado un préstamo a Goliat para llevar la plata al negocio de David, seguirá conservando la esperanza de que todo vuelva a ser como antes, y seguirá creyendo que David es inocente. David, actuando como un esquizofrénico, alguien que no está en sus cabales, seguirá insistiendo en que es inocente, aunque todas las pruebas demuestren lo contrario.

En este caso Goliat venció a David y el pueblo lo perdió todo.

Jerry Fletcher
Conspirador profesional

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